Las plataformas de streaming cambiaron el paradigma en la industria de la música. Mientras tres empresas se llevan la mayor parte del mercado de distribución, los artistas intentan monetizar su trabajo. ¿Hay que ser tocado por la varita mágica del éxito o no queda otra que ceder ante las exigencias de los algoritmos para acumular reproducciones? Qué pasa en la Argentina.